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Las auditorías internas han tenido un papel importante como herramienta estratégica de gestión desde la 2da guerra mundial, ha sido el factor de éxito de la mejora continua de muchas organizaciones mundialmente reconocidas que cada día el reto es mayor para mantenerse en el mercado y ser competitivos, no obstante convivir y gestionar los riesgos que toda actividad empresarial que busca un objetivo de lucro está sujeta a tenerlos, dependiendo de la naturaleza de las operaciones que se realizan y el nivel de recursos que se invierten para llevarlas a cabo estos riesgos se volverán más complejos.
Todos los cambios que ocurren hoy en día, por su nivel de complejidad, por lo rápido que acontecen y la necesidad de ser innovadores, son las causas que generan incertidumbre y con esto viene el riesgo y las empresas deben de será giles en la gestión.
Toda entidad debe crear sus propias herramientas para la evaluación de riesgos, pero sin lugar a dudas estas herramientas estratégicas que surgen de un proceso de análisis estratégico interno, donde siempre son necesarios para lograr los objetivos, establecer criterios de control interno. Esto debe ser parte de un proceso de mejora continua propia de la cultura de toda organización, que está en constante revisión y actualización, sobre la base de un sistema específico de detección y valoración de brechas y oportunidades de mejoras y los riesgos inherentes de cada organización. Esta labor de identificación es una responsabilidad para los procesos de auditoría, pues es el más elemental proceso activo de análisis que puede tener un sistema de gestión y constituye una herramienta muy importante y diría fundamental para el el proceso de gestión estratégica de una organización, ya que una empresa que implemente las auditorias como controles internos disminuye la incidencia de errores que afectan la toma de decisión y que a su vez no podrán anticiparse a los cambios del mercado.
Para entender la importancia de las auditorías de sistemas de gestión en las empresas, conviene empezar por entender el propósito de las mismas, que tiene como objetivo resguardar los recursos de la empresa o negocio evitando pérdidas por fraude o negligencia, como así también detectar las desviaciones que se presenten en la empresa y que puedan afectar al cumplimiento de los objetivos de la organización.
Usualmente las pequeñas y medianas empresas no cuentan con un sistema de administración bien definido, donde muchas veces los objetivos y planes no se encuentran por escrito sino que se trabajan de manera empírica; solucionando problemas conforme se presentan, invirtiendo sin planificación, creando departamentos a medida que surgen las necesidades, entre otras cosas.
Todo esto puede llevar a que se den situaciones no previstas y con un impacto financiero, como ser malversación o pérdida de activos, incumplimientos de normas ya sean legales o impositivas que generen un pasivo contingente, fraudes asociados a información financiera fraudulenta que podrían dañar la reputación de la empresa, entre otros. Dichas situaciones podrían ser prevenidas gestionando el control interno con anticipación.
Desarrollar un control interno adecuado a cada tipo de organización nos permitirá optimizar la utilización de recursos con calidad para alcanzar una adecuada gestión financiera y administrativa, logrando mejores niveles de productividad.
Adicionalmente, contar con un sistema de control actualizado en las áreas básicas de la empresa, permitirá alimentar el sistema de información y ayudar a la adecuada toma de decisiones así como facilitar que las auditorias tanto de gestión como financieras sean efectivas.
Ing. Beethoven Ortiz
MBA, MDE, CXP, Auditor Líder ISO/ANSI 9001-2015 / 14001-2015 / 31001-2018 / 29990-2013 / 45001-2018 / 27001-2013