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Ante la situación que vivimos como resultado de la expansión de la pandemia del Covid-19, se hace necesario evaluar la capacidad de nuestro negocio a resistir el impacto de este nuevo riesgo que afectará de manera disruptiva las operaciones de las empresas a nivel mundial, y para hacerlo debemos aplicar las técnicas necesarias y disponibles para esto.
Las empresas, son entidades vivas que son sometidas a múltiples amenazas, que deben ser ponderadas con la finalidad de resistir, aprender y responder a las amenazas que enfrentan. Es decir, que sean resilientes.
Las pandemias, es una de éstas, que afectan el tejido económico mundial, los países y las empresas. El impacto que podemos esperar como resultado de ésta, es ausentismo disruptivo, interrupciones de la cadena de suministro, aumento de gastos, retrasar o descontinuar algunos servicios, mayor requerimiento de algunos productos y otros no deseados, interrupciones del transporte, insatisfacción del cliente y en definitiva, año a la marca y/o reputación.
Si planificamos a tiempo estaremos mejor preparados para una respuesta, reducir la propagación de enfermedades en el lugar de trabajo, ayudar a mantener la continuidad operativa del negocio y preservar los servicios esenciales que requiere la comunidad.
El plan de respuesta para una pandemia debe ser uno diseñado específicamente para ésta, de manera que se revisen los recursos necesarios y disponibles a la luz de la estrategia de "distanciamiento social", tales como las ubicaciones del personal y sus equipos de apoyo, para poder identificar las áreas de la entidad que requieren recursos. Es un momento oportuno para revisar los riesgos en la plantilla de personal, la cadena de suministro, los productos y servicios, la cobertura de seguros, los procedimientos y finalmente, un análisis de las expectativas.
Todo esto debemos analizarlo en los cuatro focos de acción entorno a la empresa que son:
Clientes
Empleados y colaboradores
Continuidad operativa del negocio
La comunidad
En cuanto al foco de la continuidad operativa del negocio debemos considerar como enfrentar el absentismo del personal y el plan de sustitución funcional, la disponibilidad del teletrabajo y el soporte necesario de TI, qué productos y servicios tendrán demanda en esta crisis para reorientar nuestra oferta, el mecanismo de entrega, debido a las limitaciones por el distanciamiento social, nuestros suplidores y la confiabilidad de su suministro, así como las coberturas de seguros para la transferencia de riesgos.
En el foco correspondiente al personal, debemos, de manera vital y primaria, proteger la salud del personal, manteniendo a las personas afectadas y de alto riesgo en casa, tener claras las políticas de emergencia por enfermedad y otros permisos, cumplir con el distanciamiento social, y tener una buena cobertura por las compañías de seguros de salud.
En el foco de los clientes debemos considerar las formas alternativas posibles para entregar nuestros productos y servicios, desarrollar la forma de minimizar el contacto cercano entre clientes y empleados, así como, hacer un plan de capacitación y buena señalización para la aplicación del plan. Finalmente, disponer de ayuda sicológica para estar preparado y enfrentar las emociones que surgen en las personas, tales como el miedo y la ansiedad, la desinformación e interrupción de la funcionalidad en la comunidad.
El ultimo foco es la comunidad operativa, debemos mantener comunicación con el ministerio de salud pública y la Comisión de operaciones de Emergencias (COE en RD), identificar fuentes de información creíbles y colaborar en la planificación, desarrollar los contactos confiables previamente y explorar el acceso a los recursos de la comunidad para la respuesta y recuperación efectivas.